
Goa es sin duda uno de los lugares más bonitos que he visitado y una de las mejores experiencias que he tenido como fotógrafo de bodas de destino. No tengo palabras para agradecerle a Sheelah y Dimitri por confiarme sus recuerdos y, por supuesto, en las Cherry’s, que me recomendaron para esta increíble boda.
Cuando llegas a la India todo me llamó la atención, tengo que reconocer que estuve todo un día en estado de shock. Sus calles huelen a curry, curcuma, canela, cilantro, comino, jengibre, tamarindo… todos esos aromas mezclados, las mil motocicletas, la gente, el contraste, los colores, es lo que le da a la India esa cosa especial y convierte el viaje en una auténtica aventura.
Hay algunos lugares que me cargan de energía, es una sensación extraña … como si al pisarlos te llenaras de vida… Hace mucho tiempo que no tenía este sentimiento. Recuerdo cuando visité Nueva York por primera vez, caminé por la quinta avenida con la boca abierta y todo me sorprendió. Goa me recordó esa misma sensación: Descubrir algo totalmente nuevo que te atrapa desde el minuto uno.
Llegamos a Goa de madrugada y al día siguiente las Cherry’s me invitaron a ir de compras al mercado, tenían que comprar parte de la decoración para la boda y aprovechamos para dar una vuelta ¡Mi cabeza estaba a punto de explotar con tanta información! Todo parecía increíble, y yo no podía parar de tomar fotos.
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